Durante el mes de mayo del presente año, la Asociación Americana de Habla, Lenguaje y Audición (ASHA), celebró el mes de la salud del habla y de la audición, el cual representa una oportunidad para generar conciencia en relación a los problemas de comunicación.
Fecha: 4 de agosto 2017
El presente año, la ASHA generó una encuesta que fue aplicada a más de 1,000 adultos estadounidenses mayores de 18 años de edad, que muestra interesantes resultados. En total, el 41% de todos los adultos encuestados les preocupa que haber estado expuestos a entornos de ruido pueda haberles producido algún tipo de alteración auditiva, y a más de la mitad de los encuestados (51%) les preocupa que, a futuro, la exposición a ambientes ruidosos sea perjudicial. Además, más de un tercio de los encuestados indicó que el ruido fuerte ha ocasionado que disfruten menos de las actividades fuera del hogar.
Estos resultados muestran opiniones consistentes, tanto en los adultos mayores de 72 años como en el resto de los grupos estudiados, incluso en los adultos más jóvenes (entre 18 y 24 años), lo cual sugiere que la percepción del ruido en lugares públicos es negativa, independiente de la edad de los sujetos. Sorprendentemente, la generación más joven de encuestados fue la que percibió los mayores niveles de insatisfacción con los niveles de ruido en los lugares públicos. La encuesta además reveló que un poco más de dos tercios de los encuestados considera que la sociedad en general se ha vuelto más ruidosa. Casi la mitad indicó que tiende a preferir actividades fuera del hogar en entornos silenciosos. Otro hallazgo interesante es que más de una cuarta parte ha decidido no regresar a un lugar que le pareció demasiado ruidoso.
Los altos niveles de ruido pueden causar no solo pérdida de audición, sino que además pueden incluso causar molestia y ansiedad. Además, el ruido también puede causar problemas de salud relacionados con el estrés, tales como presión arterial elevada, fatiga, sueño reducido, aumento de la frustración y los niveles de ansiedad, e incluso dificultades cognitivas. En nuestro país, principalmente en la Capital, se han realizado diversos estudios sobre los niveles de ruido, los cuales son superiores a los niveles establecidos como saludables. Esta encuesta sobre la percepción de las personas en relación a los niveles de ruido abre nuevamente la discusión sobre la necesidad de políticas ambientales en relación a la contaminación acústica, no solo para el cuidado de la audición en términos fisiológicos, sino que además psicológico.
