Medicina Familiar
¿CÓMO MANEJAR LA ALERGIA A LA PROTEÍNA DE LA LECHE DE VACA?
      ¿CÓMO MANEJAR LA ALERGIA A LA PROTEÍNA DE LA LECHE DE VACA?Autor: Dra. Rossana Molina A. Residente  Medicina Familiar PUC.Editor: Dra. Pamela Rojas G. Médico  Familiar PUC.INTRODUCCION
        La alergia  a la proteína de la leche de vaca (APLV) es la alergia alimentaria más común en  la infancia. Se estima una prevalencia mundial de un 2% a 6% en niños, con un  progresivo aumento en el mundo (1). El   peak de APLV se produce al año de vida, disminuyendo progresivamente a  edades mayores, y siendo bastante infrecuente en la adultez (1,2).
        La  presentación clínica de APLV es muy variada. Suele involucrar más de dos  sistemas, en especial,  piel, sistema  gastrointestinal y respiratorio (1).
      Existen  3 subtipos principales de APLV, con distintas características y manifestaciones  clínicas (1,2):
      APLV IgE  mediada: Reacción alérgica mediada por IgE. Las manifestaciones clínicas de  la reacción se presentan minutos a 2 horas posteriores a la ingesta de proteína  de leche de vaca (PLV). Suele presentarse como urticaria, angioedema, reacciones  inmediatas orofaríngeas o intestinales (diarrea con pérdida de proteínas y/o  sangre en heces).
      APLV No  mediada por IgE: Reacción mediada por mecanismos alérgicos diversos, pero no  por IgE. Se presenta de 48 horas hasta 1 semana luego de la ingestión de PLV.  Sus manifestaciones clínicas incluyen: Enteropatías (diarrea, sangre en heces),  constipación, reflujo gastroesofáfico y en algunos casos Sindrome de Heiner  (reacción de hipersensibilidad pulmonar).
      APLV  mixta: Se puede presentar con reacciones tanto inmediatas (mediadas por IgE)  como tardías (no medidas por IgE) para un mismo alérgeno. Este tipo de APLV  puede tener las manifestaciones clínicas mencionadas anteriormente y también  puede asociarse a asma y dermatitis atópica.
      ENFRENTAMIENTO
        Las recomendaciones  específicas para el enfrentamiento de cada paciente dependerán de su edad, el  tipo de alimentación que recibe, y de sus preferencias y las de su familia. Todas  las estrategias, sin embargo, comparten el objetivo de excluir la de proteína  de leche de vaca de la alimentación.
      Las  estrategias aplicables en atención primaria incluyen:
      I.-
      Dieta de exclusión de proteína de leche de vaca (PLV)  de la dieta materna:
      II.-
      Fórmulas de alimentación infantil
      III.-
      Probióticos
I.- Dieta  de restricción materna de PLV
      Se utiliza en lactantes alimentados con lactancia materna y se  basa en la exclusión  total de PLV  de la dieta materna (1,3). Para detectar  alérgenos “ocultos” en los alimentos es indispensable el consejo nutricional  calificado, ya que la PLV se “oculta” bajo múltiples nombres en el rotulado de  los alimentos (ejm. margarina o mantequilla presente en alimentos horneados, caseinato  de calcio o caseinato sódico presente en algunas bebidas, entre otros)
      La exclusión de PLV de la dieta materna exige suplementar diariamente  a las madres nodrizas con calcio (1000 mg) y vitamina D (10 µg) (2). Se puede  utilizar para la suplementación carbonato o citrato de calcio, evitando  formulaciones con lactato de calcio, donde existe cierto riesgo de ser de  origen lácteo (4, 5,6) II.- Formulas  especializadas para APLV
Las fórmulas recomendadas en niños con APLV son de tres tipos  (4):
      Extensamente  hidrolizada (FeH): Es la fórmula utilizada como primera línea en niños con  APLV ya que es bien tolerada por el 90% de ellos. Están formuladas reemplazando  la PLV por proteínas incompletas, que son menos alergénicas.
      El costo de estas fórmulas en Chile, calculando 3 alimentaciones  diarias de 250 cc, es cercano a los 300 USD mensuales. (Valor USD al 8 Agosto 2014: $572 pesos Chilenos).
      En  base a aminoácidos (FAA): Fórmula  compuesta por aminoácidos constituyentes que reemplazan la PLV. Es utilizada  como alimento de segunda línea, y se destina a pacientes que hayan presentado  manifestaciones graves al consumo de PLV o para pacientes de alto riesgo de desarrollar  reacciones severas.
      El costo de estas fórmulas en Chile, calculando 3  alimentaciones diarias de 250 cc, es cercano a los 455 USD mensuales. (Valor USD al 8 Agosto 2014: $572 pesos Chilenos).
      En base a  soya (FS): Se recomiendan solo para pacientes con PLV después de los 6  meses de edad. Son útiles en algunos pacientes por su menor costo y por que  pueden ser mejor toleradas en su palatabilidad con respecto a las otras  fórmulas especializadas (tienen mejor sabor).
      Deben utilizarse cuidadosamente ya que se ha demostrado  reacción cruzada de la proteína de soya con la PLV en un 60% en niños con APLV  no IgE mediada y  en 14% en niños con  APLV  IgE mediada.  
        El  costo de estas fórmulas en Chile, calculando 3 alimentaciones diarias de 250  cc, es cercano a los 145 USD mensuales. (Valor  USD al 8 Agosto 2014: $572 pesos Chilenos).
      ¿Qué dice la evidencia?
        Una  Revisión  sistemática del año 2007 (8),  sin metaanálisis y con moderado riesgo de sesgo, evaluó la eficacia de FAA en  niños con APLV comparado con FeH y FS. La revisión  sistemática incluyó reportes de casos,  estudios no randomizados, y ensayos clínicos randomizados (ECR). En relación a  los ensayos clínicos randomizados los resultados mostraron:
      FAA v/s  FeH
        Síntomas  gastrointestinales (1 estudio): Sin diferencias en relación a  episodios de  vómitos ni diarrea al comparar niños  alimentados con FeH versus FAA.
          Síntomas  cutáneos (2 estudios): Ambos estudios demuestran mejoría clínica (medido  como score clínico de dermatitis atópica) estadísticamente significativa  (p=0.0001) luego de 2 ó 3  meses de alimentación,  tanto en pacientes tratados con FeH como FAA. No se encontraron diferencias  entre ambas fórmulas.
        FAA v/s  FS:
        Síntomas  gastrointestinales (1 estudio): Sin diferencias  entre los grupos en relación a vómitos (RR 5,5; (IC 95% 0,64- 46,3)) ni en  diarrea (RR 4,0; (IC 95% 0,4- 39,0)).
          Síntomas  cutáneos (2 estudios): En ambos estudios se demuestra un riesgo significativamente  mayor de presentar eccema o rash cutáneo en el grupo alimentado con FS  comparado con el grupo tratado con FeH.
          Síntomas  respiratorios (1 estudio): mayor riesgo de presentar síntomas respiratorios  alimentado con FS versus FeH (RR 12,7 (IC 95% 1,8- 90,5)).
         III.-Asociación de Probióticos a FeH
      Un  ensayo clínico randomizado del año 2012 (9) de bajo riesgo de sesgo, evaluó el  efecto de los probióticos en la  adquisición de tolerancia a PLV en lactantes menores de 1 año con APLV.
        Se comparó el uso de FeH suplementada con  Lactobacilus GG (LGG) versus FeH sola por 3 a 4 semanas, y se midió tolerancia con  un test de provocación oral doble ciego comparado con placebo (TPODCP,  considerado como el gold standard para el diagnóstico de APLV). Las mediciones  se realizaron a los 6 y 12 meses luego de la intervención.
        A los 6 meses post intervención se  encontraron mayor número de pacientes tolerantes en el grupo tratado con FeH  adicionada con LGG (p=0,017) que en el grupo tratado con FeH sola (p=1,71).
      A los 12 meses aumenta  el número de pacientes tolerantes, tanto para  el grupo tratado con FEH adicionada con LGG (p=0.006) como para el grupo tratado  con FeH sola (P= 0,046). En  ambos grupos  las diferencias son  estadísticamente  significativas,  siendo mayor el efecto  en primer grupo (22 de 27 pacientes adquirieron   tolerancia en el grupo tratado con FeH + LGG vs. 9 de 28 pacientes en el  grupo con FeH sola).  
      CONCLUSIONES
      La exclusión de la PLV de la dieta  es la clave en el tratamiento de los niños  con APLV
        En el caso de lactantes amamantados, la  exclusión de la PLV de la dieta debe incluir tanto al niño afectado como a su  madre. Esta medida es compleja, por cuanto el etiquetado de los alimentos no  permite detectar con facilidad la existencia de PLV. Esta medida requiere la suplementación  extra con calcio y vitamina D para la madre nodriza.
        Existen distintas fórmulas diseñadas para  alimentar a niños con APLV que ya no reciben leche materna. Una revisión sistemática  de moderado riesgo de sesgo muestra que FeH y FAA son similares en la  resolución de síntomas gastrointestinales y cutáneos, mientras que los  preparados en base a soya se asocian a mayor número de síntomas cutáneos y  respiratorios al compararlos con FAA.
        Un estudio de bajo riesgo de sesgo muestra que  añadir probióticos (LGG) a FeH puede acelerar el proceso de tolerancia. Este  tipo de fórmulas aún no están disponibles aun en Chile y tampoco está  disponible el LGG como probiótico solo.
      REFERENCIAS1.-Koletzko  et al. ESPGHAN Guideline: Diagnosis and Management of CMPA. JPGN 2012;55:  221–229
      2.-
      Javinene-Seppo  K. et al, Milk allergy: Clinical features and diagnosis. UpToDate, may  1.2013.
      3.-
      Guía Clínica Alergia a Proteína de Leche de  Vaca. Santiago: Minsal, 2012.
      4.-
      Giovannini et al. Nutritional management and follow up of  infants and children with food allergy.  Italian Journal of Pediatrics 2014, 40:1
      5.-
      http://www.godairyfree.org/dairy-free-grocery-shopping-guide/dairy-ingredient-list-2
      6.-
       Managing Your Milk Allergy. https://www.fairview.org
      7.-
      S.  Ludman et al. Managing cow´s milk allergy in children.BMJ 2013; 347: f5424
      8.-
      D.  J Hill et al. Amino acid-based formulas for cow’s milk allergy. Clin.and Exp.  Allergy 2007, 37 : 808–822
      9.-
      R.  Berni et al. Effect of Lactobacillus GG on tolerance acquisition in infants  with cow’s milk allergy. J  Allergy Clin Inmunol. 2012. vol 129. N2. 
Pontificia Universidad Católica de Chile 2025