Medicina Familiar
¡Mi hija tiene muchos Vellos! Parte 2
      ¡Mi hija tiene muchos Vellos! Parte 2
      Autor: Dra. Pamela Llantén A. Residente  Medicina Familiar PUC.Editor: Dra. Pamela Rojas G. Docente  Departamento Medicina Familiar PUC.
      INTRODUCCIÓN
      Tal  como se comentó en el artículo anterior, la clave para el acercamiento  diagnóstico de una paciente en edad pediátrica que consulta por “muchos vellos” está en diferenciar las  características de éstos y determinar si se está frente a lanugo, vello no  terminal, o vello terminal; y el cuadro corresponde a un hirsutismo o  hipertricosis 1
      HIRSUTISMO
      Las  etiologías del hirsutismo son múltiples e incluyen:
      Síndrome  de Ovario Poliquístico (SOP): Corresponde al 70% de las causas de hirsutismo  (véase sección de SOP más adelante).
      Hiperplasia  suprarrenal congénita: Su forma no clásica es frecuente, y puede presentarse a  cualquier edad debido al amplio espectro de presentación clínica, pudiendo ser  incluso asintomática. La forma clásica se presenta en periodo de lactante con  un cuadro grave de vómitos y desequilibrio hidroelectrolítico, y, en el caso de  lactantes de sexo femenino, con trastornos de la diferenciación genital, como  genitales ambiguos. 2
      Tumores  secretores de andrógenos: Son tumores muy poco frecuentes, especialmente en la  edad pediátrica. Los tumores suprarrenales en menores de 15 años afectan a 0,3  a 0,4 casos por cada millón de niños al año. 6 Deben considerarse  cuando existen asociados signos de virilización, como voz ronca y  clítoromegalia, o irregularidad menstrual de inicio súbito, rápidamente  progresivos y niveles muy elevados de testosterona total, mayor a 130 ng/dL. 2,  5, 7
      Hipertecosis  ovárica: Se caracteriza por aumento de la secreción de testosterona por las  células de la teca (en el estroma ovárico), lo que lleva a aumento de niveles  de testosterona. Se produce hirsutismo de evolución gradual, junto a signos de  virilización como voz ronca y clitoromegalia. Es una entidad clínica muy poco  frecuente, puede verse más en mujeres en edad menopáusica. 2
        Enfermedad  de Cushing: El aumento de cortisol puede producir aumento de andrógenos que  generan hirsutismo, pero se asocia a los signos y síntomas clásicos de la  enfermedad (edema de extremidades inferiores, hipertensión arterial, lesiones  de piel, etc.). 2
      Hirsutismo  idiopático: Hirsutismo sin signos clínicos ni de la laboratorio de exceso de  andrógenos (sin otros signos de hiperandrogenismo [HA] clínico ni bioquímico)  (véase sección de SOP). Se recomienda derivación a nivel secundario para  completar estudio, ya que es un diagnóstico de descarte, y se desconoce si  podría aparecer HA clínico posteriormente. 2, 5
      Síndrome de ovario poliquístico
        Se  define como un síndrome de disfunción ovárica, cuyos aspectos principales son  la morfología de ovarios poliquísticos y el HA. 8
        Afecta  al 7% de las mujeres en edad reproductiva, prevalencia que depende de los  criterios diagnósticos utilizados y el origen racial de la muestra. Mientras  estudios en adolescentes estadounidenses de entre 15 y 19 años de edad refieren  una prevalencia de 1%, en adolescentes iraníes es de 3%. 9
        Para  hacer el diagnóstico se utilizan los criterios de Rotterdam del año 2003 7,8,  que establecen que, en ausencia de otras patologías, deben cumplirse al menos 3  de los siguientes:
      Oligo  – anovulación: De forma clínica, oligo – amenorrea, que es normogonadotrófica y  normoestrogénica (lo que permite hacer el diagnóstico diferencial con falla  ovárica prematura y disfunción ovárica central). La amenorrea puede ser  primaria o secundaria. A su vez, la oligomenorrea se define como menstruaciones  poco frecuentes, menos de 9 (menor o igual a 8) menstruaciones al año o  ausencia de menstruación en 45 días. Es importante considerar el embarazo como  diagnóstico diferencial en una adolescente con cualquiera de estos síntomas. 7,  8
      Hiperandrogenismo  clínico o bioquímico: El HA clínico se caracteriza por la presencia de acné,  hirsutismo o alopecía androgénica. También puede manifestarse como obesidad de  distribución androide, asociada a seborrea y signos de virilización.
      El HA bioquímico (hiperandrogenemia) corresponde a  testosterona total mayor o igual a 60 ng/dL o a un índice de andrógenos libres  (IAL) mayor a 4,5. El IAL se calcula como testosterona total en nmol/L  multiplicado por 100, dividido por la concentración plasmática de la hormona  fijadora de hormonas sexuales (SHBG) en nmol/L. Y para transformar la  testosterona total nmol/L, debe multiplicarse la testosterona en ng/mL por el  número 3,467. 4, 7
      Morfología  de ovarios poliquísticos: La presencia aislada de este criterio tiene poco  significado, de hecho se ha visto que hasta el 20% de mujeres sanas podrían  tener la ecografía pélvica alterada. Debe ser evaluada en los días 3 a 5 del  ciclo menstrual, y si hay oligo – anovulación, entonces realizar la ecografía 3  a 5 días después del inicio del sangrado inducido (con una prueba de  progesterona). El criterio diagnóstico está dado por la presencia de 12 ó más  folículos en cada ovario, cada uno de 2 a 9 mm de diámetro, en al menos un  ovario, y/o un volumen ovárico mayor a 10 mL, calculado como (alto x ancho x  largo) / 2. Cabe mencionar que lo ideal es que la ecografía sea transvaginal,  pero en caso de no ser posible, es necesaria la distensión de la vejiga para  visualizar de forma adecuada las estructuras pélvicas.
      En  adolescentes se ha sugerido que el criterio de hiperandrogenismo debe estar  presente para hacer el diagnóstico de SOP, debido a la inmadurez del eje  hipotálamo – hipófisis – ovario que existe durante los años perimenarquia. 4
        Finalmente,  la recomendación de expertos ante la sospecha de un SOP, es siempre descartar  los principales diagnósticos diferenciales con exámenes de laboratorio, en este  caso lo más importante es la hiperplasia suprarrenal congénita (17 –  hidroxiprogesterona), el hipotiroidismo (TSH) y la hiperprolactinemia  (prolactinemia). 5, 9
      CONCLUSIONES
        La  principal clave para hacer los diagnósticos diferenciales del exceso de vello  en niños y adolescentes está dada por la edad de inicio del cuadro, la  distribución androgénica o no del vello, y los signos y síntomas acompañantes,  como otros signos de hiperandrogenismo clínico o la presencia de virilización.
      la  cuidadosa evaluación clínica es la que permitirá decidir qué pacientes pueden  manejarse en el nivel primario y cuáles deben derivarse al nivel secundario  para completar estudio (laboratorio y/o imágenes) e iniciar tratamiento.
      REFERENCIAS
        1. Wade M, Sinclair R. Disorders of hair in  infants and children other than alopecia. Clin Dermatol 2002; 20 (1): 16 –  28.
        2. Barbieri R, Ehrmann D. Pathogenesis and causes of  hirsutism. En: UpToDate. Waltham, Massachusetts: Martin K (Ed), 2013.
        3.  Salmerón M, Rivero J. Síndrome de ovario poliquístico en adolescentes. An  Pediatr Contin 2012; 10 (5): 257 – 263.
        4. Merino  P, Schulin-Zeuthen C, Codner E. Diagnóstico del síndrome de  ovario poliquístico: nuevos fenotipos, nuevas incógnitas. Rev Med Chile 2009;  137: 1071 – 1080.
        5. Recomendación de expertos. Dra. Claudia Godoy,  endocrinóloga pediatra, Red Salud UC – Christus.
        6. Ribeiro R, Michalkiewicz E, Figueiredo  B, DeLacerda L, Sandrini F, Pianovsky M, et al.Adrenocortical  tumors in children. Braz J Med Biol Res 2000; 33 (10): 1225 – 1234. 
        7. Rosenfield R. Diagnostic evaluation of polycystic  ovary syndrome in adolescents. En: UpToDate. Waltham, Massachusetts: Hoppin A  (Ed), 2014.
        8. Ehrmann D. Polycystic Ovary Syndrome. N Engl J Med  2005; 352: 1223 – 36.
      9. Christensen S, Black M, Smith N, Martinez M,  Jacobsen S, Porter A, et al. Prevalence of polycystic ovary syndrome in  adolescents. Fertil Steril 2013; 100: 470 – 477.
 
Pontificia Universidad Católica de Chile 2025