Se inicia la cuenta regresiva para rendir en un año muy particular la Prueba de Transición para la admisión Universitaria, PTU, y además de los contenidos, existen otras variables por considerar. Académicos del Departamento de Ciencias de la Salud de la Pontificia Universidad Católica y sus carreras de Nutrición y Dietética, Kinesiología, Fonoaudiología y Terapia Ocupacional, entregan algunas recomendaciones para enfrentar este desafío en mejores condiciones físicas, mentales y emocionales.
Fecha: 29 de diciembre 2020
El lunes 4 de enero comienza la rendición de la Prueba de Transición para la Admisión Universitaria (PTU), un proceso que sucede en un año muy particular caracterizado por el teleestudio, el confinamiento y un alto nivel de estrés para los jóvenes chilenos y sus familias. Suponiendo un escenario nacional especialmente intenso a nivel sanitario y emocional, académicos del Departamento de Ciencias de la Salud de la Pontificia Universidad Católica y sus carreras de Nutrición y Dietética, Kinesiología, Fonoaudiología y Terapia Ocupacional, entregan algunas recomendaciones para presentarse en las mejores condiciones físicas, mentales y emocionales, y así tener un mejor rendimiento.
Alejandra Espinosa, académica de la carrera de Nutrición y Dietética UC, aconseja mantener una rutina habitual e idealmente que no existan muchos cambios drásticos o experimentar en el consumo de alimentos nuevos, evitar fármacos o bebidas energizantes. “Cualquier actividad que hagan días previos a la prueba, es importante que sea respetando sus necesidades de alimentación, ingesta de agua y descanso. Centrados en las condiciones sanitarias propias de la pandemia, de forma de evitar contagios y trámites relacionados”, sostiene.
En su opinión, el cerebro es un órgano que depende del consumo de glucosa, proveniente de los alimentos que contienen hidratos de carbono como frutas y verduras, cereales como arroz, pastas, quínoa, papa, lácteos y leguminosas, por eso es importante que todos los tiempos de comida contengan variedad de alimentos, sin experimentar con aquellos a los que no está acostumbrado.
“El consumo de líquidos es importante porque el cerebro es un órgano que necesita un alto nivel de hidratación, ya sea a través de alimentos con alto contenido de agua como frutas y verduras y por alimentos líquidos como lácteos y líquidos sin azúcar como té, hiervas, agua, aguas con cáscaras de fruta. Es esencial que la hidratación sea constante por lo menos 24 horas antes de rendir la PTU”, asegura Espinosa.
Asimismo, la nutricionista recomienda combinar una buena alimentación con prácticas de mindfulness, una técnica centrada en el presente, lo que implica realizar pausas en posición cómoda, idealmente sentados, centrándose en la respiración y viviendo las sensaciones que se logran percibir. También es importante el descanso, respetar las horas de sueño orientadas a las noches, sin uso excesivo de pantalla y sin utilizar la cama para estudiar, ya que así respetamos espacios y logramos despejar la mente.
Para Mauricio Delgado, docente de la carrera de Kinesiología, el ejercio fisico previo a una situación de estrés puede ser beneficioso si es a una intensidad moderada, más aún si no se tiene una rutina regular de ejercicio. “Siempre la primera semana es de acondicionamiento y por ende la actividad deberá ser de intensidad moderada o baja, para lograr el objetivo de relajación. Aconsejo caminar por 45 minutos diarios respetando las medidas sanitarias y así aprovechar de oxigenarse y tomar sol, siempre a un ritmo constante. Quienes tengan experiencia deportiva, también se puede mantener la actividad física habitual que desarrolle, simpre privilegiando una sensción agradable y nunca un estrés físico”. Para quienes siguen estudiando la semanas previas, el kinesiólogo aconseja procurar el uso de sillas con apoyo lumbar y alturar el computador frente a los ojos, mantener una postura ergonómica con tobillos y rodillas en posición recta y hacer pausas cada una hora, transitar dentro del hogar, hidratarse y relajar la musculatura. La tensión y el dolor aumentan el estrés al rendir una prueba, es por ello que las actividades cotidianas deben considerar una postura adecuada y descansos activos con movimiento.
Para María Ignacia Ward, docente de la carrera de Fonoaudiología UC, momentos de alto estrés como esta prueba, muchas veces se manifiesta en tensión y dolor en la zona de cuello, hombros y cintura escapular. Algunos consejos para ayudar a disminuir esta tensión son procurar una respiración consciente. Para ello, la académica recomienda buscar un lugar cómodo y libre de distracciones, apagar dispositivos electrónicos y dedicarse un tiempo a concentrarte en la respiración.
“Pon una mano en tu abdomen e intenta mover esta zona al momento de inspirar, luego bota en un soplido prolongado. Repite este ejercicio varias veces. Luego realiza una inspiración profunda y bota en 2 tiempos, 3 tiempos, 4 tiempos… hasta llegar a 10 tiempos. Ahora inspira en 2 tiempos, 3 tiempos, 4 tiempos…. 10 tiempos.. y bota en un soplido prolongado”, explica Ward.
Del mismo modo, sugiere realizar ejercicios de biomecánica cervical y para ello aconseja sentarse erguidos en una silla y realizar los siguientes movimientos de cabeza, de manera lenta y pausada y concentrándose en la respiración. Inclinar la cabeza hacia adelante y atrás (10 veces), inclinar la cabeza hacia el hombro, intentando llevar la oreja al hombro, sin levantar el hombro, a un lado y al otro lado (10 veces), rotar la cabeza, como si fueras a mirar para atrás por sobre el hombro, hacia un lado y hacia el otro (10 veces), rotar los hombros hacia adelante (10 veces) y luego hacia atrás (10 veces).
Por su parte, Paola Cimino docente de la carrera de Terapia Ocupacional UC, aconseja preparar algunas de las áreas de la ocupación como son el descanso y sueño, ocio o tiempo libre y participación social.
“Parte importante para los jóvenes es relajarse. Es importante la preparación previa para el sueño para que este sea cómodo, agradable y reparador, por lo que se recomienda previamente considerar la higiene, un vestuario cómodo, escuchar música o la meditación, además, de preparar el entorno físico para un buen descanso. Asimismo, el ocio o tiempo libre, es una actividad no obligatoria que está intrínsecamente motivada y en la cual se anticipa un tiempo libre, es decir, un tiempo no comprometido con ocupaciones obligatorias tales como trabajo, autocuidado o dormir, y en este sentido es importante participar y planificar actividades de esparcimiento adecuadas y lograr un equilibrio entre las distintas áreas de la ocupación, realizando una distribución balanceada de tiempo entre las actividades de la vida diaria, productivas, esparcimiento y descanso”, concluyó la académica.
TIPS PARA EL DÍA PREVIO A LA PTU
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