Durante nuestra formación profesional hemos conocido diversas formas de clasificar las voces, una de ellas es el registro vocal o fonatorio, una definición operacional de esto según el autor de este artículo es: diversas configuraciones glóticas que se generan con una distinta biomecánica cordal y distinto timbre según la altura tonal que se emite de forma innata o aprendida según las necesidades fonatorias del emisor. No confundir el concepto con el de clasificación.
Fecha: 1 de abril 2016
A continuación se presentan datos respecto a las distintas definiciones del concepto «registro».
Desde principios del 1900, han sido varios los autores que han estudiado, indagado e investigado sobre el concepto de registro vocal y con ello las distintas configuraciones glóticas asociadas a cada uno. Las definiciones que más han perdurado en el tiempo y que tienen mayor recurrencia en la academia son las que proponen autores como Hirano, Hollien, Sundberg y Seiner.
Antes de categorizar queremos entregar algunos alcances históricos; antes del siglo XIX los profesores de canto no utilizaban el término «registro» y se manejaban los conceptos voce do petto y voce di testa que se traducen del italiano en «voz de pecho» y «voz de cabeza» respectivamente, esta clasificación surge de las sensaciones vibratorias que se experimentan al realizar sonidos graves y sonidos agudos. Manuel García, un maestro de canto e inventor del laringoscopio fue unos de los primeros en acuñar el termino en 1841 y que lo define como una serie de sonidos consecutivos que «son producidos por un mecanismo que difieren esencialmente de otra serie de sonidos igualmente homogéneos producidos por un mecanismo diferente, cualesquiera que sean las modificaciones del timbre y de la fuerza». Con el tiempo, emergieron varios autores, por sobre todo cantantes y profesores de canto, como Mathilde Marchesi (1880) y Molinié (1927) quienes habían planteado distintas posturas sobre los registros falsete y de cabeza aun basándose principalmente en aspectos perceptuales.
Una definición más contemporánea y más simple es la que nos ofrece Johan Sundberg (1980) quien define registro como «un rango de frecuencias fonadas en el cual todos los tonos son percibidos como producidos de una forma y con un timbre semejante», el concepto semejante vendría a sustituir al de homogéneo, pero a grandes rasgos hacen alusión a lo mismo.
Titze (2000), por otro lado hace referencia a una definición menos técnica declarando que el concepto registro son «sonoridades perceptivamente distintas de la calidad vocal que pueden ser mantenidas en algunos rangos de tono y sonoridad».
Hirano M. Los categoriza -desde emisiones graves a más agudas- como registro fry, registro modal o «pesado» que a su vez se descompone en registro de pecho, registro medio y registro de cabeza; y por último registro «liviano» (light) o de falsete.
Para comprender de forma simple y profundizar en el tema recomendamos la clasificación de registros propuesta por Hollien (1974) que son similares a los propuestos anteriormente pero su clasificación es más simple y de gran utilización a nivel de categorización y de objeto de estudio, estos son: el glottal fry, el registro modal y el loft, además caracteriza un cuarto registro, el de flauta o silbido en la zona de los agudos.
Revisión Bibliográfica por Flgo. Adrián S. Castillo Allendes
Pontificia Universidad Católica de Chile 2024