Medicina Familiar
Manejo incontinencia urinaria en mujeres
   Manejo incontinencia  urinaria en mujeresAutor: Dra. Denisse  Mackenzie H, Residente Medicina Familiar PUCEditor: Dra. Isabel Mora M,  Médico Familiar PUC
      La incontinencia urinaria (IU) se define como «pérdida  involuntaria de orina demostrable en forma objetiva y que constituye un  problema social e higiénico para la paciente” (1). Su prevalencia se estima en aproximadamente un 25% en mujeres menores  de 50 años y  aumenta con la edad hasta  llegar a un 50% en mujeres mayores de 65 años (2).
      Pese a ser un problema  prevalente, menos de un 50% de las pacientes consultan por esta causa (3).
      Existen 4 tipos de  incontinencia urinaria: (4)
      Incontinencia Urinaria de  Esfuerzo: Pérdida de orina relacionada con esfuerzo físico y con aumento de la presión abdominal (Ej:  Estornudar, toser, reir).
        Es la causa de incontinencia más frecuente en mujeres jóvenes, y la  segunda más frecuente en mujeres mayores.
   Se relaciona con un defecto en  la musculatura que da soporte a vejiga y uretra, lo que resulta en una posición  subóptima de estas estructuras.
      Incontinencia Urinaria de  Urgencia: Se define como pérdida de orina   acompañada o precedida de un fuerte deseo de orinar. Es la más común en  mujeres mayores.
        Se puede acompañar de síntomas como frecuencia y nicturia. Es el resultado  del aumento de presión vesical debido a contracción involuntaria del musculo  detrusor y/o la relajación de la uretra.
      Mixta: Se trata de un tipo de incontinencia que se asocia a  urgencia miccional y también a los esfuerzos, al ejercicio, a los estornudos o  a la tos.
      Overflow: Perdida de orina o goteo involuntario continuo. En  ella existe un vaciado incompleto de la vejiga. Es causada por el deterioro de  la contractilidad del detrusor o por la obstrucción de la salida vesical. Dado  sus características, su manejo no será abordado en esta revisión.
      Diferenciar entre los tipos de incontinencia urinaria es importante, ya  que de esto dependerá el tratamiento farmacológico indicado.
      I) Manejo no farmacológico de la  incontinencia urinaria.
      Intervenciones clínicas simples: Como primera aproximación es necesario realizar una anamnesis completa,  identificando patologías que pudieran estar descompensadas (Diabetes, EPOC,  otras patologías ginecológicas o neurológicas) (5).
        Existe además relación con distintas clases de medicamentos. Los  antihipertensivos como antagonistas alfa adrenérgicos y diuréticos combinados  presentan asociación con IU (OR 8.81). IECA y antagonistas del calcio no han  mostrado relación.
        Otros medicamentos que han mostrado asociación con IU son los analgésicos  (Inhibidores de la COX2, opioides y relajantes musculares), Psicoterapéuticos  (Antidepresivos, antiparkinsonianos, antipsicóticos e hipnóticos),  antihistamínicos y estrógenos sistémicos (4).
        Finalmente, una baja de un 5-10% del peso se relacionó con mejora  significativa de la IU (7), efecto que se observó en mayor medida en mujeres  con incontinencia urinaria de esfuerzo.
   Otras medidas que  podrían presentar mejora en los síntomas serían la suspensión del tabaco y  reducción del consumo de cafeína (8).
      Entrenamiento vesical:  Corresponde a un tipo de terapia conductual.
        ¿Cómo se  indica?
Se fija una frecuencia de  micción voluntaria según cartilla miccional, usando el periodo más corto entre  micciones, o empíricamente cada 2 horas. Al existir urgencia, la paciente debe  controlar el deseo usando técnicas de relajación, imaginando que el deseo es  como una ola que llega a su peak y luego desaparece. Una vez controlado el  deseo, deben ir al baño y orinar.
Al pasar 2 días sin perder  orina, se aumenta el  tiempo entre  micciones voluntarias en 30-60 min. El entrenamiento puede durar varias  semanas, e idealmente se debe llegar a micciones voluntarias cada 4 horas.
        La evidencia es inconclusa con respecto a la utilidad del  entrenamiento vesical a largo y corto plazo. Sin embargo se sigue indicando de  manera rutinaria dado ausencia de efectos adversos, costoefectividad y  potencial utilidad tanto en incontinencia de esfuerzo como de urgencia. (9)
  Ejercicios de  musculatura pélvica: Una revisión sistemática Cochrane mostró que los  ejercicios de musculatura pélvica son mejores que placebo en el manejo de la  incontinencia urinaria, reportando mayor probabilidad de cura o mejora de su  incontinencia, mejor calidad de vida y disminución de goteo. (10)
  ¿Cómo se indica?
        Primero solicitar  a la paciente mientras orina que intente detener el flujo, para aprender que  músculos son los que debe ejercitar.
        Luego debe  Intentar realizar una contracción muscular como la recién realizada que dure  entre 8 y 10 segundos.
        Debe realizar  3 series de 20 contracciones al día de estos ejercicios.
      II) Manejo farmacológico de la  incontinencia urinaria.
      El manejo  farmacológico depende del tipo de incontinencia urinaria. En el caso de  incontinencia urinaria mixta, debe tratarse según el tipo predominante en cada  caso.
      Tratamiento  farmacológico IU de urgencia:
        Antimuscarinicos: Primera línea. Han demostrado que son más  efectivos que el placebo en lograr continencia y mejoría clínica de la IU. No  habría mayores diferencias entre los distintos tipos existentes. El efecto  adverso más frecuentemente reportado es boca seca. Otros efectos adversos: Nausea, mareo,  visión borrosa. El grupo que reportó más efectos adversos fue el tratado con  oxibutinina (11).
  En Chile los  antimuscarinicos disponibles son (12,13):
      Darifenacina (Oralafi): El más utilizado.  ($7.554 x 15 comp).
        Oxibutinina (Urazol): el de menor precio. Debe  indicarse formulación con liberación prolongada por efectos secundarios  ($9.830 x 30 comp)
        Tolterodina (Eltoven, detrusitol):  Precio aproximado $16.000.
        Trospio (spaxmex): $19.086
      OnabutilinumtoxinA (Botox): Con efectividad comparable a los  antimuscarinicos. Se  utiliza como tratamiento de segunda línea, reservado para pacientes refractarias  a tratamiento, debido al alto costo y efectos secundarios, dentro de los cuales  el más importante es la retención urinaria. (14)
      Tratamiento  farmacológico de la IU de esfuerzo:
        En general en nuestro país no se utiliza la terapia  farmacológica en este tipo de incontinencia dado el buen pronóstico de cirugía,  por esta razón los expertos sugieren derivar a estas pacientes en caso de que  la terapia no farmacológica falle.
   Sin embargo existen  algunas opciones que podrían ser útiles:
        Duloxetina: Una revisión sistemática del año 2013 mostró que  40 mg de duloxetina demostraron ser mejor que placebo en términos de  disminución de episodios de incontinencia y calidad de vida (RR 1.56); sin  embargo tuvieron más efectos adversos, siendo la náusea el más frecuente. Otros  efectos adversos reportados fueron: constipación, boca seca, fatiga, mareos e  insomnio. El grupo tratado con Duloxetina además tenía mayor riesgo de suspensión  de tratamiento (RR = 5.75; 95 %CI, 4.58–7.21) (15).
        Imipramina: A pesar de su amplio uso, faltan estudios de  buena calidad metodológica que comprueben su efectividad. Sin embargo la  evidencia existente sugiere que podría ser de utilidad (16). La dosis a  utilizar puede ser de 25 a 75 mg en una toma (17).
        Estrógenos tópicos: Habrían demostrado beneficio en mujeres  post menopáusicas con incontinencia de esfuerzo (RR = 0,74; 95 %CI, 0,64–0,86) (18)
      RESUMEN
        En el tratamiento de la incontinencia urinaria en mujeres  debe iniciarse el manejo con medidas no farmacológicas, las cuales incluyen  intervenciones clínicas básicas,   entrenamiento vesical y ejercicios de musculatura pélvica.
        En pacientes con incontinencia de urgencia, de no obtener  resultados con este manejo no farmacológico, debe iniciarse terapia con  anticolinérgicos. En el caso de fracaso de terapia no farmacológica en  incontinencia de esfuerzo se recomienda derivar a especialista para cirugía.  Sin embargo existen terapias farmacológicas útiles en estos casos (duloxetina,  imipramina).
   
   Referencias:
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Pontificia Universidad Católica de Chile 2025